Cuando un cliente nos plantea un desafío que podría resolverse mediante un nuevo producto, comenzamos el proceso en nuestros laboratorios. Realizamos numerosas pruebas y colaboramos con laboratorios externos para asegurar el resultado final.
Examinamos todas las variables que pueden influir en el producto requerido por el cliente. Esto incluye las condiciones ambientales del lugar de aplicación, los requisitos de construcción, las propiedades mecánicas, los criterios estéticos, los procedimientos de vertido y ejecución, y el propósito final del producto. Analizamos las propiedades del material, su diseño y su dosificación para adaptarlo a las necesidades específicas. Como resultado, creamos hormigones con diversas porosidades, densidades, colores, texturas, resistencias y facilidades de manejo para satisfacer las demandas de cada proyecto.